Quieto, me quedo quito,
sin respiro y sin sustento.
Atento y latente,
como el gato en suspenso.
Soy la sorpresa,
la sombra quebrada.
Soy el que espera,
tu inminete llegada.
...
Pero no vienes,
y me pierdo en el viento.
En el caer de la hojas, me paresco,
al felino ensueño.
Que esperado ronrroneo tu nombre,
sin saberlo, ya me duermo.
Donde solo asi vienes a mi,
pero ya, no te espero.
Versos Miguelianos.
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