Dentre de la leyenda de héroes tales como Gilgames "EL inmortal", Hercules, Orión, Heruca y hasta Hanoman, existe una naturaleza muy particular que los liga con el intrínseco e enigmático Géminis.
Ya veo por que los griegos decidieron, al igual que muchos otros pueblos, en narrar y describir las epopeyas de los cambios, sobre el lienzo sideral. Aprovechando la inteligible cúpula celeste, moldearon caprichosa figuras, al mejor estilo de tabloides, logrando así trasmitir de generación, sus historias y conocimientos, dejando escondió entre estrellas y luceros quizás sino, los secretos del alma.
Y uno de estos secretos es Géminis.
La historias narran generalmente representacion de seres que siendo adversarios se hacen amigos. Que siendo desconocidos, se hacen amantes. Que siendo hermanos, siguen siendo hermanos. Que estando separados, prefieren estar juntos.
Se los representa como gemelos humanos, como dos pilares, como ya conoceis.
Uno sostiene una vara, la fuerza y la energía. De la que se nutre la madera y eleva ser a que crezca. Proviene profunda de los manantiales de la naturaleza.
El otro una flecha, el idea y lo divino. Lo echo por alguien para ser certero y definitivo. Para surcar por lo etéreo, lo invisible como lo es, el aire.
Géminis no es un ser con dos caras, son dos seres que hacen uno. Uno divino y el otro humano.
Lo que me sorprende es nuestro cerebro es como este signo, con dos hemisferios. Donde se enraiza profundo en instintos animales y se despliegan en forma espiralada, formando así, el primitivo encéfalo reptiliano, para expandirse al mundo del mamífero.
Para llegar ¿a que? A esto. Que es irónicamente el "Hombre". O lo que queda de aquel simpático "Mono".
Y además que a diferencia de otros órganos, siendo así que cada emisferios es un gemelo del otro, tenga una forma de ver, oír, sentir el mundo particular. Y cada cual su opinión.
Lo que mas me sorprende aún, que cuando se los representa, que abeses entre ellos, hay un
arpa.
